1. Aprende a sumar y restar
2. Haz deporte antes de ir
Esto lo deberías haber
aprendido en la escuela, pero por si acaso no lo hiciste, llegó el
momento. Lo primero que debes hacer al llegar a Portugal es aprender
a sumar uno. O bien a restar uno.
Para empezar, en Portugal es una hora menos. ¡Oh, sorpresa! Sí, primera señal de que el país luso es un gran desconocido para todos nosotros.
Para empezar, en Portugal es una hora menos. ¡Oh, sorpresa! Sí, primera señal de que el país luso es un gran desconocido para todos nosotros.
Con esto, tendréis que
saber que cuando vayáis a quedar con algún español para hacer
Skype tendrás que aprender a decir “a las siete mías, o sea, a
las ocho tuyas”, o que cuando vayas a ver un partido de liga no va
a ser a las nueve, como pondrá en el Marca: será a las ocho. O por
ejemplo los días de Champions League: olvídate, los partidos ya no
son a las 20:45, son a las 19:45. Es raro, lo sé. Esto es muy jodido
al principio y te pierdes más de un acontecimiento por culpa de este
mini-jet-lag puñetero. Pero te acostumbras rápido. Imagina que
estás en Canarias. Solo que hace frío.
A lo que no te
acostumbras tan rápido son a los horarios de comer y cenar, porque
los portugueses comen a la una y cenan a las ocho. Os intentarán
hacer creer que ese es el horario normal, pero vosotros tenéis que
defender a muerte vuestras costumbres españolas y desafiarles
cenando a las 22:30. En fin, ¿Qué os he dicho? Aprended a restar
uno.
2. Haz deporte antes de ir
Creías que ibas de Erasmus y a estudiar a una universidad. Lo que no te dijeron fue que ibas a sacarte un máster en alpinismo.
Te vas a Covilhã. Puede que hayas visto imágenes o hayas hecho Street View en Google Maps. Craso error: por ahí no notas como se te cargan las piernas y te falta la respiración. Solo en Covilhã puede costar 30 minutos bajar a la otra parte del pueblo pero una hora volver a subir. De una calle a otra hay 30 metros de altura de diferencia. Covilhã está muy mal hecha, es así. Siempre me imaginé a los fundadores decidiendo dónde ponerla. -"A ver, tenemos un impresionante llano aquí a la izquierda y una montaña bestial a la derecha. ¿Dónde construimos?", +"¡¡¡En la montaña, en la montaña!!!". FACEPALM.
Cómprate el material necesario y entrénate para este reto al que Jesús Calleja jamás osaría enfrentarse. Es la etapa de montaña que Alberto Contador no podría subir en bici. Vivir en Covilhã es para valientes. Que los ancianos del pueblo tengan las piernas de hierro no es casualidad. Y después de un año allí puedo entender cómo las portuguesas tienen el culazo que tienen. Solo os hará falta caminar, chicas. Pero en serio, haced deporte antes, no cometáis mi mismo error porque necesitaréis descansar a cada poco rato.
PD: No os voy a spoilear con la cuesta que hay para subir a la puerta de la residencia. Prefiero que os sorprendáis solos.
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Os vais a cagar. |
3. No te dejes engañar el primer día que llegues
Nada más llegar, lo odiarás. Verás las cuestas infinitas, las casas, el poco ambiente de principios de septiembre en las ruas y el lugar donde está situada la cuidad y clamarás al cielo: "¿¿En qué momento decidí venir aquí?? Yo aquí no me quedo ni puesto hasta las cejas. Papá, mamá, quiero volver a casa". Y lo viejuno que parece y es todo... No tiene pinta de que te vaya a gustar.
Estoy hablando del primer día. Nos pasa a todos, españoles y portugueses. Ni ellos saben a ciencia cierta dónde está Covilhã antes de ir para allí. Covilhã no es Lisboa.
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Veréis todas las casas así. Y no veréis gente. Y os asustareis. Lo sé. Paciencia ;) |
4. Déjate sorprender a partir del segundo
Pero el segundo día verás a la gente, a la que será tu gente. Conocerás a personas geniales que desde el primer día tendrán una conexión especial contigo. Y será para los próximos meses. Saldrás de la residencia y harás tus primeras compras, te tomarás tus primeras Sagres y Super Bocks...
Descubrirás la amabilidad de la gente portuguesa y también los lugares donde se escondían los estudiantes -¿de dónde salen tantos si el primer día parecía que no estaban?- y las fiestas que organizan. Te pararás con las vistas, las montañas... Hasta las cuestas parecerán un poco más suaves -bueno, quizá eso último no-.
Déjate sorprender por Covilhã, poco a poco te enganchará. Covilhã no es un amor a primera vista. Covilhã es la persona que rechazarías en una discoteca... Pero de la que te enamorarías en tres citas. Dale tiempo y déjate querer, no seas estrecho/a. Y si la sabes aprovechar bien, después nunca te querrás ir de allí. Covilhã no es Lisboa, es mejor.
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Dadle unos días y será así. |
5. Ves a la residencia
Esta es muy importante. Ves a la PAC. No te lo pienses dos veces. Estar en la residencia te dará la vida esas primeras semanas y meses. Como el ambiente de la residencia, ninguno. Ves a la residencia. Si hace falta que lo repita una vez más: ¡joder, fíate, PAC is the place!
La residencia está en el quinto pino, las instalaciones dejan que desear y a algunos de vosotros no os gustará compartir habitación. Por favor, vais de Erasmus, dejaos llevar y haced lo que dentro de diez años no podréis hacer. En la residencia (100 € al mes) tenéis lo necesario para estableceros y empezar vuestra nueva vida. Es de suponer que si vas de Erasmus es porque eres una persona abierta. No tengas miedo a nada. Te lo pasarás teta en esas noches de habitación en habitación bebiendo vodka polaco con desconocidos.
No todos los destinos Erasmus te dan la opción de estar en una residencia. Hay sitios donde obligatoriamente te tienes que apañar la vida en pisos. En mi opinión y hablo por (casi) todos los que estuvimos ahí el año pasado, ir a la PAC aumenta exponencialmente la experiencia Erasmus en Covilhã. No seas tonto.
¿Y por qué insisto? Porque es de la PAC de donde salen los planes, los viajes, las aventuras y las amistades -e incluso relaciones- más insospechadas. Es donde conoces a todos los Erasmus, donde los ves cada día. Si desde primeras vives en otro sitio (un piso, por ejemplo) lo más probable es que quedarás algo aislado del resto de Erasmus. Que si es lo que quieres, adelante, pero si no... Toma este consejo, es el mejor que puedo dar. Y si te hartas ya te irás a un piso un poco más adelante, en el segundo semestre, cuando tengas las relaciones hechas y la experiencia vivida. Ahí ya mola la idea.
Esta es muy importante. Ves a la PAC. No te lo pienses dos veces. Estar en la residencia te dará la vida esas primeras semanas y meses. Como el ambiente de la residencia, ninguno. Ves a la residencia. Si hace falta que lo repita una vez más: ¡joder, fíate, PAC is the place!
La residencia está en el quinto pino, las instalaciones dejan que desear y a algunos de vosotros no os gustará compartir habitación. Por favor, vais de Erasmus, dejaos llevar y haced lo que dentro de diez años no podréis hacer. En la residencia (100 € al mes) tenéis lo necesario para estableceros y empezar vuestra nueva vida. Es de suponer que si vas de Erasmus es porque eres una persona abierta. No tengas miedo a nada. Te lo pasarás teta en esas noches de habitación en habitación bebiendo vodka polaco con desconocidos.
No todos los destinos Erasmus te dan la opción de estar en una residencia. Hay sitios donde obligatoriamente te tienes que apañar la vida en pisos. En mi opinión y hablo por (casi) todos los que estuvimos ahí el año pasado, ir a la PAC aumenta exponencialmente la experiencia Erasmus en Covilhã. No seas tonto.
¿Y por qué insisto? Porque es de la PAC de donde salen los planes, los viajes, las aventuras y las amistades -e incluso relaciones- más insospechadas. Es donde conoces a todos los Erasmus, donde los ves cada día. Si desde primeras vives en otro sitio (un piso, por ejemplo) lo más probable es que quedarás algo aislado del resto de Erasmus. Que si es lo que quieres, adelante, pero si no... Toma este consejo, es el mejor que puedo dar. Y si te hartas ya te irás a un piso un poco más adelante, en el segundo semestre, cuando tengas las relaciones hechas y la experiencia vivida. Ahí ya mola la idea.
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Aquí viviréis de todo (si os dejáis llevar). PS: el año pasado consiguieron que pusieran teles de LCD para ver el fútbol en el Sport TV: la liga entera |
6. Sal de la habitación, no seas ermitaño en una residencia de estudiantes
En mi año teníamos a Hugo. Hugo era español (es más, era valenciano). Yo me junté con españoles desde el primer día. Pero conocí a Hugo en mi segundo mes en Covilhã. Y eso que Hugo vivía en la habitación inmediatamente seguida a la mía. Él en la 9, yo en la 8. Es fácil: no seas el "Hugo" de tu generación.
Sal del cuarto, haz cosas, habla con la gente en el hall, aunque no los conozcas de nada. Entabla conversación, di de ir a beber una cerveza y que sean dos o tres. Juega partidos de fútbol aunque no sepas ni darle al balón. Sal a conocer el pueblo. Por supuesto que hay tiempo para estar en tu cama viendo Breaking Bad (o cualquiera que sea la serie estrella en tu año), pero tampoco es cuestión de verse una temporada del tirón y no ver la luz del sol. Lo peor que puedes hacer de Erasmus es desaprovechar las posibilidades que tienes, porque el tiempo vuela.
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Pero no estéis así todos los días, por favor. |
7. No esperes rapidez
Para eso haberte ido a Europa central. Estás en Portugal, que está al lado de España. Compartimos mágicamente el gen de la vaguería. ¡¡Pero es que ellos son aún más desesperadamente lentos!!
"Tranquilidade", "calma", "espera um bocadinho", "espera só mais um bocadinho", "não há presa". Se convertirán en las palabras más odiables en los días de trámites. Tú observarás al funcionario de la universidad o a la dependienta hacerlo todo a cámara superlenta como la que utilizan últimamente en los partidos de fútbol, mientras la ira te recorre el cuerpo y piensas que el karma te la está devolviendo por tantos años haciendo las cosas a última hora.
La cola en la cafetería de la facultad empezará siendo para el "almoço" y acabará siendo para el "jantar". Irás al hall de la residencia para pagarle a Lourdes el mes y para cuando te atienda tendrás que pagar tres meses -bueno, igual es que le debías tres meses ya de por sí-.
La cola en la cafetería de la facultad empezará siendo para el "almoço" y acabará siendo para el "jantar". Irás al hall de la residencia para pagarle a Lourdes el mes y para cuando te atienda tendrás que pagar tres meses -bueno, igual es que le debías tres meses ya de por sí-.
La vida en Portugal, y más entre las montañas de Covilhã, no va deprisa. No estás en una gran ciudad, estás en un pueblo. Lo mejor que puedes hacer con el enemigo es unirte a él. Relaja el ritmo y disfruta.
8. Los ascensores son tus amigos
Saldrás de Covilhã sabiendo más de ascensores que un técnico de OTIS. ¿Os acordáis de que os he dicho que en Covilhã hay muchas cuestas? Bueno, pues no iba en broma: en Covilhã hay ascensores públicos.
Después de seis siglos de idiotez suprema en el pueblo -desde que se tomó la decisión de llevar la ciudad a la montaña y no al revés-, apareció alguien, un gran sabio que debería tener una estatua en la rotonda del Pelourinho POR LO MENOS. Ese sabio desconocido decidió que caminar estaba sobrevalorado y propuso llevarse la casa a la calle. Y así nacieron los ascensores en plena ciudad. Cuatro en total -cinco a partir de finales de 2014-, repartidos por el pueblo. Te harán la vida sencilla muchas veces. Sobre todo cuando tengas que subir. Optar por las escaleras no es una opción, aunque jode mucho cuando llegas justo en el momento en el que se están cerrando las puertas. Espéralo sentado.
PD: No estoy de coña, los ascensores existen.
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Un día mis amigas se quedaron abajo porque no funcionaba y tuvieron que subir caminando. |
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PD: Concretamente, este dia. |
9. Los de la ESN son guays...
La ESN (asociación de
voluntarios de la universidad para ayudar a los Erasmus) te hará la
vida fácil a veces -aunque menos que los ascensores-. Lo cierto es que, al menos en mi año, se
curraban las actividades aunque. Los españoles siempre pasábamos un
poco de los viajes que organizaban, deberíamos haberles dado una
oportunidad.
Por eso os aconsejo que lo hagáis -aunque tengo poca fe en vosotros en este punto-. Id a alguno de esos viajes e involucraos en alguna actividad si podéis. Siempre haréis más piña. Eso sí, en otro punto también os diré que podéis pasar de muchos de estos viajes y organizarlos vosotros. Pero hay algunos, como el Erasmus National Meeting, que son MUST GO.
Por lo demás, harás buenas amistades portuguesas con la gente de la ESN y son por lo general gente majísima. Por ejemplo, mi última noche en Covilhã, haciéndose de día, fue acompañado en una charla vital por Tiago Santos, un crack que se portó de diez con todos nosotros. Y como él, muchos y muchas más, desde Tiago Sousa hasta Pedrito Santos pasando por Teresa Reis.
10. ...pero vigílalos si te gusta alguna polaca![]() |
El viaje del Algarve es para marcarlo en rojo en todas las agendas. |
(Antes de escribir esto les voy a pedir a los de la ESN que lo puedan leer que no se enfaden, só estou a brincar) ;)
Pero WAIT... Si te gusta
un/a polaco/a, da por perdida la batalla. Por muy rápido que seas,
el portugués de la ESN está entrenado. No es nada malo, el "juego es así", puede
hacerlo y tú deberás ponerte al día.
Está claro que los de la ESN
no se apuntan solo por ligar con las Erasmus... Pero hay que
reconocer que hacer vida con 80 Erasmus, entre los cuales hay muchos chicos y chicas guapos, centroeuropeos y con ganas de fiesta, es un buen atractivo para ser
voluntario. Puro intercambio cultural.
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Saldrá mucha relación hispano-polaca y/o luso-polaca. |
11. Aprende a decir "wai-fai"
Vamos a ver. Nuestro conocimiento, pronunciación y adaptación del inglés es tan elevado que el resto de los países nunca jamás podrá alcanzar el nivel español. Es un hecho, que no os engañen. Somos demasiado eruditos para el resto del mundo.
Pero en Portugal -parte de ese resto del mundo- no lo ven así. Y entre todo el inglés que ellos creen que saben y que asumen que nosotros no sabemos, hay una palabra clave (nunca mejor dicho) que deberás aprender para sobrevivir en este siglo XXI tan duro en el primer mundo. Olvídate de preguntar si "hay wi-fi", porque se quedarán como si les preguntases si tienen tapas de morro de cerdo. A partir de ahora, cuando entres a cada bar, deberás vocalizar claramente "wai-fai". Entonces, como si de "wi-fi" a "wai-fai" hubiera un secreto indescifrable, te entenderán.
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ATENCIÓN: no se dice como se lee. |
Desde ese momento tu vida será feliz, tus días más amenos y tus "conversaciones" con los amigos cuando salís, mucho menores. Y es que en Portugal no tendréis vuestros super 500 megas, o 1 giga de internet. Eso para los portugueses es obra de brujas y hechiceros. La tarjeta Moche os dará 150 megas al mes, si la recargáis, y solo os hará falta que vuestros colegas pasen un par de vídeos por un grupo para decir adiós a ello. Desde entonces, sabréis exactamente qué bares tienen "wi-fi", perdón, "wai-fai", que son casi todos, y en cuáles funciona mejor la red. O si no, a chupar red a la plaza del centro, el Pelourinho.
Pero ante todo, recordad, siempre "wai-fai". Até a morte. Será el comienzo de vuestra conversión al mundo portugués.
Buenas, el año que viene me voy de erasmus a covilha, queria saber como y cuando debería ponerme en contacto con la PAC,porque me han dicho que si no me doy prisa puedo quedarme sin plaza en la residencia. Gracias de antemano
ResponderEliminarQuiero mirar algunas cosas allí como guias de montaña, seguro que hay posiblidades, gracias por la ayuda
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