Ficha técnica
Nombre: Aida de la Rubia Rodrigo
Carrera: Comunicação aquí, Publicidad y RRPP en España.
Quinta del: 1992
Procedencia: La Vall d'Uixó (Castelló). Sí, som del mateix poble. Chà ira chà!
Especialidad: El noble arte del gintonic y toda su gama de (amargos) sabores.
¿Del 1 al 10, cuánto sale de fiesta?: 14.
¿De qué tipo sería si fuera un Pokémon?: Eléctrico.
¿En qué programa de TV saldría?: Si pusiera MYHYV me mataría. Así que diré els bous de Tarson.
¿En qué canción de pachangueo brasileño lo da todo? Não Me Toca.
Nivel de portugués: "obrigada, bom dia".
Segurança preferido: Rui.
¿Si fuera artista en un festival, qué haría y a qué hora actuaría?: Sería DJ y pincharía a las 4 de la mañana, cuando todo el mundo empieza a estar más pasado que la DJ de Braga. Intentaría alargar su set hasta las 7 y dos seguranças se la tendrían que llevar a rastras del escenario.
Proyectos de futuro: Participar en varias telenovelas de renombre en Argentina.
Penya: No sé si encara és del Corcó.
Antecedentes: dos valleros, a Covilhã
A mi me pasó lo siguiente. Imaginadlo, pensad que os pasa a vosotros. Solicitas un Erasmus, te lo conceden al penúltimo destino. Miras las listas, al menos de tu universidad, para intentar salir de dudas. Ves algunas personas pero te paras en un nombre en especial. Aida de la Rubia. Un momento, ¿Aida de la Rubia? No puede ser otra, estadísticamente no hay más personas que se llamen así. Es ella, es de tu pueblo. No la conozco personalmente pero sé quién es. Hasta para esto hay gente de La Vall en todos los sitios.
¿Qué probabilidades había de que pasara una cosa así? ¿Se han alineado las estrellas? ¿Cómo cojones se valora esto? ¿Es bueno o malo? Primer pensamiento: ¡qué guay, antes de empezar ya tengo a alguien a quien "conozco" y podré hablar con ella de todo! Segundo pensamiento: ¡mierda, yo me quería ir para olvidarme de todo lo que hay aquí! ¿¡Cómo voy a cambiar siquiera un poco si tengo esta parte de mi vida actual conmigo!? ¡No hemos sido amigos en la vida, va a ser incómodo no, lo siguiente! Y te quedas con el segundo pensamiento: esta situación va a ser un lastre.
Pues eso pasó con Aida. Somos de La Vall d'Uixó. Que es un pueblo de 30.000 habitantes con muchas discusiones entre imbéciles, muy mala fama, toros, fiesta, más toros, más fiesta non-stop e institutos de plástico. Bien, a ese instituto de plástico íbamos Aida y yo. Quiero decir, el instituto fue de plástico -barracones- porque literalmente se cayó el de verdad.
Ella tenía un año más que yo. Éramos de los dos estratos más diferentes que pueden haber en la pseudo-sociedad de la secundaria. Yo era del grupo de los teóricamente frikis -a mucha honra- y eso y más pensaba ella de mí. Se imaginaba encontrarse a un tipo introvertido, callado. No sé qué pensaría de aquello la inocente chica el otro día cuando salimos a las cinco de la mañana en Braga al primer garito que encontramos sin importarnos que fuera un cubículo de 3x3 -prometimos levantarnos a las nueve, algo que obviamente no pasó-. Todavía sigo pensando en aquella DJ.
Nota: lo que estáis viendo ahí arriba es a Aida vestida de animadora cuando íbamos al instituto. No era una fiesta de disfraces: en nuestro instituto había animadoras de verdad. Sí, como las de las pelis americanas. Ella era animadora en un equipo de fútbol que se llamaba Tomas K.O's. Tenía que sacar a la luz sí o sí este trocito de pasado oscuro. Le está legítimamente permitido devolvérmela cuando quiera.
De Tomas K.O's a Erasmus en Covilhã
Ella tenía un año más que yo. Éramos de los dos estratos más diferentes que pueden haber en la pseudo-sociedad de la secundaria. Yo era del grupo de los teóricamente frikis -a mucha honra- y eso y más pensaba ella de mí. Se imaginaba encontrarse a un tipo introvertido, callado. No sé qué pensaría de aquello la inocente chica el otro día cuando salimos a las cinco de la mañana en Braga al primer garito que encontramos sin importarnos que fuera un cubículo de 3x3 -prometimos levantarnos a las nueve, algo que obviamente no pasó-. Todavía sigo pensando en aquella DJ.
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Ahora SÍ que tiene un motivo para matarme. Ho senc, no he pogut resistir-me. Era massa. |
De Tomas K.O's a Erasmus en Covilhã
Ella... Bueno, de ella solo diré que un amigo mío tenía una escala para clasificar tías del 1 al 10 y ella era el ejemplo para el número 10. Era popular, la tía buena del insti, la teóricamente superficial. Nunca nos miramos ni nos dijimos hola. Teníamos prejuicios hasta las cejas. Que nos tocara juntos en un Erasmus era lo peor que me podía pasar. Nada más lejos de la realidad, ha sido lo contrario, ha sido de lo mejor.
Os lo explico. Aida no ha sido mi mejor amiga. Yo no he sido su mejor amigo. Empezamos regular, con muchas apariencias y poca confianza el uno en el otro. Los primeros días había un buen rollo cordial bastante difícil de soportar. Pero cinco meses después somos lo que nunca pensamos que seríamos, amigos. Y eso es mucho. La vida normal, en un pueblo y con las ideas cerradas que todos traemos de casa, nunca nos habría llevado a eso. El Erasmus ha hecho magia. Y Aida y yo hemos hecho el más difícil todavía, reírnos de toda esa mierda convencional y descubrir que no éramos como nos habíamos figurado ni como nos habían enseñado que debíamos pensar sobre el otro. Que se joda la vida cotidiana y paralela que tenemos allí, en La Vall. Nos hemos podido conocer y hemos comprobado que aquello, lo que hemos vivido los últimos 20 años, es para que nos devuelvan el dinero. La lección es muy importante y no va en broma.
Cromo #1: Aida
Cromo #1: Aida
De mi no hablo en los "cromos", así que voy a deciros como es ella. Como es ella de verdad, como la he conocido cuando te das la oportunidad de conocer a alguien y ese alguien se deja conocer. Esto es, totalmente lo opuesto de lo que pensaba que era ella cuando teníamos 16 y 17 años -supongo que si lo escribiera ella sería lo mismo, pero al revés-.
Aida de la Rubia está loca. Pero en el buen sentido. Baila mucho, si puede ser electrónica de la que tiene mucho drop. Algo de EDM y algo de moderneo. Pero también lo da todo con el pachangueo -Não Me Toca, Elas Ficam Loucas...- aunque en el fondo se burle un poco, como yo, de él. Bebe mucho, es fácil hacerle reír (si sabes cómo) y es bastante original y muy inteligente. Un día me dijo que era fan de Pokémon -sí, de Pokémon- y yo pasé de creerla. Entonces empezó a recitar nombres que ni yo recordaba y flipé. Esta no era la Aida que yo imaginaba.
Aida sabe hablar bien. Me acuerdo de aquella presentación de un trabajo sobre La noche más oscura -spoiler: esa peli donde matan a Bin Laden-. Nadie en el grupo había visto la película. El profesor sí, y se puso a hacer preguntas. Aida y yo fuimos de echaos p'alante y empezamos a hablar de la peli como si fuéramos críticos de cine del New York Times. Igual la directora quería expresar totalmente lo contrario, pero toda la clase quedó convencida de que éramos los que más sabían sobre La noche más oscura en toda España.
Aida tiene su mundo, habla con voz de niña cada vez que le gustaría gritar. Eso la hace ser adorable cuando podría ser irritante. Pero la cabrona lo hace muy bien y te convence. Ahí se ve que es buena estudiante de Publicidad. Ayer mismo se rayó muchísimo por lo que pudiera pensar de ella ahora que se iba. Le dije que estuviese tranquila, pero me tuvo quince minutos explicándome rollos más largos que el que yo escribo y que no voy a reproducir. Sigue siendo muy guapa, eso sí es verdad.
A Aida le hace gracia que yo sepa tantos datos inútiles, como la cantidad de habitantes por metro cuadrado que tiene Covilhã, quién actuó y quién dirigió tal película o cómo murió cualquier personaje entre los siglos XVI y XX. Realmente a día de hoy no sé si para sus adentros piensa si eso es bueno o es malo. Con Aida te puedes entender aunque ella no esté de acuerdo contigo, que eso también pasa bastante. Pero yo creo que se ha sorprendido de tener delante a alguien que no le daba vergüenza soltar cualquier tontería sin miedo. Al principio le costaba, como a mi. Pero se quitó el miedo y dio una oportunidad, como yo. ¡Mira, otra cosa más: sabe dar oportunidades!
A Aida le hace gracia que yo sepa tantos datos inútiles, como la cantidad de habitantes por metro cuadrado que tiene Covilhã, quién actuó y quién dirigió tal película o cómo murió cualquier personaje entre los siglos XVI y XX. Realmente a día de hoy no sé si para sus adentros piensa si eso es bueno o es malo. Con Aida te puedes entender aunque ella no esté de acuerdo contigo, que eso también pasa bastante. Pero yo creo que se ha sorprendido de tener delante a alguien que no le daba vergüenza soltar cualquier tontería sin miedo. Al principio le costaba, como a mi. Pero se quitó el miedo y dio una oportunidad, como yo. ¡Mira, otra cosa más: sabe dar oportunidades!
Hay una cosa buena y otra mala. La mala es que ahora ella se va a Argentina -otra beca- y no podremos seguir conociéndonos y descojonándonos de aquella sociedad de mentira que nos ha encasillado tantos años. La buena es que, al contrario que la mayoría de personas de un Erasmus, ella y yo podremos volvernos a ver y recordar cada momento de estos cinco meses con tan solo decir "mone a femos un café al Jossmi/Racó/Munich". Nunca el mono de Erasmus pudo solucionarse tan fácilmente.
Si hablo de mono de Erasmus, también debo hablar del "mono de pueblo". Tener aquí a alguien del mismo lugar que tú es una droga y un apoyo psicológico constante. "Saps qui es tal?", "T'enrecordes de les escales de Centro?", "Aquell professor era un fill de puta gran, però aquell altre molava molt". Y nos podíámos reír cuando echábamos de menos eso. Ahora, solo yo diré "chà" en la residencia. En Covilhã no podré volver a hablar de gente como Paco Buzo, Ferrot o mi abuela. Lo de mi abuela va a parte y merece un cachito entero. ¡Pero hey, vuelta al lado positivo! El año que viene, Aida será una de las pocas con las que podré recordar todo lo que sucedía -sucede- en este rincón de Portugal.
En Covilhã ha habido más Erasmus de La Vall que de Barcelona. Y que de Valencia. Y que de Bilbao. Y casi los mismos que de Madrid.
Que mala pinta tenía todo cuando llegamos y cómo ha ido saliendo el sol. Retóricamente, claro, porque aquí siempre llueve. Este es el ejemplo de que el Erasmus lo puede todo. Que se lo pase boludamente en Argentina. Y un día de estos, después de que acabe una noche tan rara y extraña como la de ayer, en la que se ha ido, le haré la lista de Spotify que ya me ha pedido unas ciento treinta y dos veces.
Ací tens un amic Aida, encara que en setembre pensares que no. Si vols, ja comprovaràs que parle en sèrio!
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